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Supongo que conoces las llamadas "historias para dormir", o has escuchado frases como "papi... léeme un cuento antes de ir a la cama".

Pues espero que con estos cuentos no peguen el ojo, por eso el título: "Cuentos para NO dormir".

Tierras mágicas, personajes místicos, oscuridad y luces, amor, miedo, esperanza, pena, desilución, recuerdos y olvidos... Seguro que quieres un cuento para dormir?

Lee.Comenta.Sigue :D

Con insomnio permanente...

martes, 26 de enero de 2010

Libérame!

Ese sonido me congeló completamente, pero esta vez tuve la necesidad de moverme, de averiguar que era.
Salí de la cama de golpe. Por la rápidez al ponerme de pie me sentí un poco mareada. Me sostuve del escritorio un momento y luego camine rápidamente hasta la entrada de mi pieza.
Encendí la luz.
Caminé por el pasillo ha oscuras, mientras que, por reacción natural, sentía escalofríos y aires de fantasía en mi espalda, "todo imaginado" pensé.
El ruido se había producido en el living. Encendí la luz y miré hacia todos lados hasta encontrarme con Mía, mi gata encaramada en un mueble mirándome fijamente como lo hacía siempre.
El "tap" se había producido por el intento de subir al mueble de madera, ya le había hecho rallones con la garras.
La tomé para bajarla, pero se agarró con las uñas a los bordes. Nunca hacía eso, era bastante tranquila y obediente.
-!Vamos tonta! Me asustaste hace un rato, ve a dormir- Le dije
Pero la gata tenía los ojos puestos en una muralla y no cedía a mi movimiento.
-!Mía!
Me miró y me dejó que la cargase hacía abajo, la deje y caminé hacia mi pieza, apagué las luces.
Me metí en mi cama, ya tranquila.
Mía saltó a mi cama y se acurrucó, "¿De que tiene miedo?" me pregunté, nunca actuaba así.
Y me dormí...

miércoles, 20 de enero de 2010

Libérame!

Pasos... me vi obligada a abandonar el bello sueño que tenía y abrí los ojos. El resto de mi cuerpo petrificado.
Mi respiración se hizo profunda e intensa, pero silenciosa a la vez. No me atrevía a mover ni un musculo, pero mi mirada seguía el cuarto. Estaba acostada de lado, no quize ver la hora porque el reloj estaba en el otro velador. !Maldita sea! Había quedado de cara a la puerta.
Las típicas vacilaciones a mitad de noche cuando era pequeña se avivaron, siempre me pasaba. Creía que iba a ver una silueta entrando por mi pieza o algo pasar, y ya estaba mayorcita, 28 años, titulada y en vivienda independiente hacía ya 1 año. Mis infantilismos fueron calmados por mi lado racional: puerta con pestillo, nadie vive conmigo, Mia esta dormida. "Fue algún mueble de madera" deduje, porque había sonado como eso.
Volvi a cerrar los ojos, pero pendiente a cualquier ruido, aunque ya me había "convencido". Sonreí y trate de distrerme, pense en mi madre que debía estar durmiendo, mi padre asiendo turno y en lo que nos puede provocar la imaginación, que vuela en los momentos menos oportunos, sonreí... "Y todavía te asustan estas cosas Bea".


Tap, Tap, Tap...
"Eso no fue..."

miércoles, 6 de enero de 2010

Sueños de Lunas Menguantes.

Esto lo subí hace muchos meses a otro blog que hice pero dejé. Lo hice para un concurso en el colegio.
Es algo infantil como notarán,tal vez les parezca medio soso, con rima y un tema de fantasía ^.^ espero les guste.
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Luna Menguante:
Lucero.
Estrellas con brillo
sereno.
Oscuro el fondo titilante,
que cubre la tierra y
el cielo...


Por la ventana:
un velo,
de colores y aromas
de ensueño;
un ángel surrurra
a la adormilada:
"espera en paz
a la mañana..."

Soñó inquieta
toda la noche,
soñó sin ataduras,
ni reproches.
Alzó sus alas,
liberada,
de su cómoda y gran
almohada.

Viajó a un mundo fantasioso,
donde,
duendes, elfos curiosos,
centauros, hadas
y animales amistosos
la saludaron cautelosos;
mas ella: humana,
se sentía tan aparte,
estraña.

Cuando la noche
dio camino a la mañana
la pequeña regreso a su cama...
"quiero ser como ellos"
gritaba
"volar, dominar la magia"
lloraba.
Su ángel bajó de la ventana
al instante,
y como la luz del sol,
radiante,
le dijo a la desdichada:
"espera a que salgan
la luna y sus estrellas
y cuando cierres tus ojitos,
¡volarás a donde quieras!"

La niña, esperanzada,
espero, espero,
y volvió a la cama,
cerró los ojos,
pensó emocionada,
"es verdad angel mio:
¡aquí siempre fui un hada!"

...Luna menguante:
lucero,
estrellas con brillo
sereno,
oscuro el fondo titilante,
¡QUE DA RIENDA SUELTA A LOS SUEÑOS!

viernes, 1 de enero de 2010

Miguel.Nadia ¿Qué somos?

- ¿Y si compramos esta casa Miguel?- Nadia miro la casa con resignación. Habían buscado casas por todo el pueblo, todo el día. Era la mejor que había visto hasta ahora.
- ¿Y si nos vamos al departamento Nadia?- Miguel miró a Nadia con una mirada suplicante exagerada a propósito. Esta sonrió y puso los ojos en blanco. ¿Cómo podría decirle que no a esa sonrisa y a esa mirada risueña de ojos grises? Pero se mantuvo en silencio, sin dar respuesta - Ya hemos vagado por toda la ciudad y nada nos ha gustado. ¿Qué tal si lo pensamos bien... - se acercó a ella -... y mañana despertamos mejor y vemos más casas en otro lado?
No, no podría resistirse. Miguel si que sabía sus puntos débiles. Nadia lo miró fijo y se alejó un poco, se rió.
- Mira... - Nadia soltó la mano de Miguel y salió corriendo por la casa blanca y vacía - ... esta pieza seria nuestra, es enorme y tiene un ventanal que da a la calle - dijo desde otra pieza. Miguel se cruzó de brazos y rió.
- !Nadia! ... mañana volveremos. No hay por qué apresurar la decisión - Nadia se escondió en silencio, juguetona - ¿Nadia? ¿Volvemos mañana? ¿Dónde estás?
El eco de los pasos de Miguel aceleró el corazón de Nadia, como cuando jugaba con sus amigos del jardín infantil.
- ¿Nadia? - rió - !Ya basta! ¿Dónde estás?
Nadia no pudo evitar sonreirse nerviosa cuando escuchó a Miguel abrir puertas, correr por la casa y reír mientras pronunciaba su nombre una y otra vez. Se llevó las manos a la boca para contener una risita, mientras esperaba cualquier cosa agachada en el closet de la pieza de servicio, en total oscuridad.
Despues de varios minutos, Miguel entró en la pieza donde estaba el closet. Nadia sentía el crujir la madera por pasos que pretendían ser sigilosos. La encontaría.
En su afán de esconderse más entre unas cajas de cachureos, golpeó la puerta del armario. Se quedó rígida.
Miguel se acercó al closet con una sonrisa traviesa, la había atrapado. Abrió el closet y Nadia saltó exclamando un "!buuuu!". Miguel retrocedió derrepente, y tras soltar una palabrota por el susto, Nadia y él se cayeron al suelo de madera de la risa. Rieron, lloraron de la risa, hasta que sientieron que sus pómulos iban a romperse. Nadia le tomó la mano a Miguel, mientras él aún se reía. Se miraron aun tirados en el suelo.
-¿Querías comprar esta casa? - le preguntó Miguel a Nadia. Nadia se sonrió de forma magnífica y lo abrazó.
-!Gracias, gracias! - lo soltó y luego le dio un besito tierno y fugaz en la mejilla.
Miguel aprovechó el momento para cobrar su venganza y comenzó a hacerle cosquillas a Nadia, pues era su debilidad máxima. Cuando Nadia, entre gritos de risa, convenció a Miguel de que dejara de torturarla, esta pudo decir:
- Parecemos niños ¿no? - suspiró Nadia
- Eso somos ¿no? - dijo Miguel imitando el tono de Nadia
- Los niños no compran casas - puso los ojos en blanco.
- Y los adultos no juegan a las escondidas - respondió Miguel
- Entonces ¿Qué somos? - preguntó Nadia poniendose de lado, mirando a Miguel.
Miguel no supo que contestar en el momento, pero le arrancó un besote a Nadia. Nadia rió.

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