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Supongo que conoces las llamadas "historias para dormir", o has escuchado frases como "papi... léeme un cuento antes de ir a la cama".

Pues espero que con estos cuentos no peguen el ojo, por eso el título: "Cuentos para NO dormir".

Tierras mágicas, personajes místicos, oscuridad y luces, amor, miedo, esperanza, pena, desilución, recuerdos y olvidos... Seguro que quieres un cuento para dormir?

Lee.Comenta.Sigue :D

Con insomnio permanente...

lunes, 28 de diciembre de 2009

Parte 6: El Árbol Padre y las palabras Mudas

ANTES DE LEER EL CAPÍTULO. Esta es la parte final. Tuve que dividirlo en dos. A si que serciórate de que leiste el capítulo 5 primero. No leas esto si no has leído los 5 primeros capítulo ;)


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Ella ya escuchaba las voces a distancia, y no pararía a dar vuelta la mirada hacia aquellas personas que hipócritamente le gritaban para que volviera. Cerró los ojos y cayeron un par de lágrimas. Ya estaba a unos metros del Bosque, allí no la encontrarían.

-¡Joanne! ¡JOANNE! – gritó Eddie. Caminó unos pasos y al ver que Joanne no respondía partió a correr.
La agitada respiración de Joanne aumentó cuando sintió a su padre gritar a menor distancia. Corrió con las pocas fuerzas que le quedaban por el sendero hasta llegar a la orilla del lago. Se dio vuelta a mirar por primera vez desde que se había tirado del caballo.
-¡Joanne! – escuchó la voz de su padre a lo lejos. Ya estaba en el límite del bosque.
Joanne aspiró empezó a adentrarse caminando al lago. Su facciones que antes indicaban determinación, ahora denotaban miedo. No sabía nadar. Miró nuevamente hacia atrás. Ya debía estar a mitad del sendero.
Caminaba de puntitas hacia el centro del lago. De un momento a otro, su cabeza se sumergía en el agua y saltó. Comenzó a chapotear y tratar de mantenerse en la superficie del lago para no ahogarse.
-¿Joanne? – escuchó la voz de su padre y el sonido de unos matorrales. - ¡JOANNE! Sal de ahí.
Se dio vuelta, su padre la miraba desde la orilla con una expresión que nunca le había visto. Una expresión de pena máxima.
-¿Qué haces Joanne?- lloriqueó. Comenzó a adentrarse en el lago - ¡Joanne! Quédate donde estas. ¡Joanne, escúchame Joanne!
Joanne se asustó: no quería que la tomara. Tomo un poco de aire y se hundió, ya no topaba el suelo con sus pies. Trató de impulsarse con sus brazos y piernas, pero no lo lograba. Salió a la superficie a tomar una bocanada de aire y se hundió nuevamente. Movió brazos y pies y trató de coordinarse.
Algo le rozó el pie. Abrió los ojos asustada. No podía ser su padre.
Cuando la vista se le acomodó al agua pudo observar que algo le rodeaba el tobillo. Quiso salir a la superficie a respirar. Lucho contra lo que le amarraba la pierna. Luego el otro tobillo y este "algo" la iba arrastrando al fondo del lago. Movió los brazos para tratar de escapar. Le faltaba el aire y la desesperación no le ayudaba. Intentó gritar. Abrió la boca, pero no pudo emitir ni un simple gruñido. Tragó agua y el movimiento de sus brazos comenzó a cesar. Sus ojos se cerraban solos... y ella seguía asustada.

Sea lo que fuere que pasaba, no deseaba morir con miedo. Los duros látigos que sostenían sus piernas la liberaron de un momento a otro. Otras raíces fueron tomándole los pies y arrastrándola, y así sucesivamente. Joanne sintió la textura del Árbol Padre y sonrió…

-Joanne- gritó su padre sacando la cabeza del agua. – ¡Joanne! ¿Dónde estás?
-¡Eddie!- gritó Mery - ¡Eddie que pasa!
La madre de Joanne había llegado corriendo y se había parado perpleja en la orilla.
Eddie se dio vuelta con los ojos vidriosos por las lágrimas y meneó la cabeza de un lado al otro.

-¿Qué? – la voz de Mery se quebró en mil pedazos y comenzó a llorar sin consuelo - ¡Joanne! Jo… Joanne

…. No se resistía al abrazo de las raíces ni a que la arrastrarán hacia el corazón del Árbol Padre.
Cuando sintió que las fuerzas no le daban más, utilizó todas sus energías en abrazar una rama. Los látigos mortales cesaron un instante, esperando.

“Gracias…” le comunicó con todas sus fuerzas. La sonrisa en su rostro se desvaneció, sus manos soltaron la corteza y las raíces continuaron el trabajo…
... Una sonrisa y el tacto de la niña fueron lo único que hizo falta para que el Árbol fuera feliz…

3 comentarios:

Veró dijo...

Los papás si la querían? :C Pobre Joanne, pero por lo menos cumplió su sueño y el Arbol Padre fue feliz :)
Muy lindo cuento, de verdad.
Miles de abrazos
Fukuro

Narfi! dijo...

:D gracias! tenía que intentarlo algun dia no? Gracias :D

Angela dijo...

El final fue muy bonito, la verdad es que me gusto.
Yo empezé a escribir en otro blog una historia, y la verdad es que con el tiempo he aprendido y mejorado.
Mi consejo es este: tu título es 'Cuentos para no dormir', y yo supongo que son cuentos de terror o de suspenso. Pienso que tu cuento es lindo, pero no encaja con tu título. Mejorarás con el tiempo. Fijate en la escritura, revisa alguna pagina con ayuda para los signos, sobre todo los guiones.

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